Cómo entender el lenguaje de tu gato

  • Maullidos, ronroneos o marcaje corporal, cada gesto de tu mascota tiene un significado diferente

El gato no ha sido nunca el mejor amigo del hombre. Sin embargo, millones de personas han adorado a este animal desde los tiempos del Antiguo Egipto. El felino domético por excelencia esconde numerosos secretos en su lenguaje. Los maullidos, el rabo o incluso los bufidos ofrecen pistas a los dueños para saber cómo tratar a estas mascotas. En este practicograma descubrirás cómo entender el lenguaje de tu gato.

1 Un perro no es un gato.

"El gato es un animal solitario, no necesita del grupo para convivir". María Luisa Fernández, veterinaria de la Clínica Guau afirma que el problema de muchos dueños es la falsa creencia de que un felino tiene que comportarse igual que un perro. Esta experta del Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife asegura que los gatos son "muy diferentes".

Los perros son animales sociales. Por este motivo, su comportamiento es mucho más "previsible", deben respetar una serie de normas. En cambio, los gatos son más individualistas. Es importante estudiar su lenguaje para entender su conducta y no forzarlos. "No debemos pretender meterlos en una manada y una forma de ser que no les corresponde", aconseja Fernández.

2 El ronroneo, el sonido de la tranquilidad.

El ronroneo es una característica única en los felinos. Ningún otro ser vivo es capaz de utilizar este sistema. "Sirve para autotranquilizarse", explica la veterinaria María Luisa Fernández.

Desde la Clínica Guau remarcan que el ronroneo es siempre un signo "positivo". En pocas palabras, se trata de una forma de expresar que "están a gusto".

3 Gatos cariñosos: el lamido maternal.

Aunque suele pensarse que, a diferencia de los perros, los gatos nunca lamen a sus dueños, algunos de estos felinos sí lo hacen. La experta del Colegio de Veterinarios de S/C de Tenerife manifiesta que se trata de un "símbolo de cariño". "Las madres lamen a sus crías para protegerlas", agrega María Luisa Fernández. Por ello, este gesto tiene lugar en gatos muy afectuosos.

4 Cuidado con el bufido de tu mascota.

El bufido es siempre una señal de "advertencia". Alberto Barneto veterinario de la Clínica Ayavet mantiene que este ruido no significa necesariamente un ataque, pero sí es una "alerta".

Según explica este miembro del Colegio de Veterinarios de Madrid, el bufido de los gatos significaría lo siguiente: "No estoy en condiciones de que te me acerques". Un felino puede emitir este ruido simplemente porque esta asustado. Debes dar tiempo a tu gato para que se calme.

5 El maullido, un sistema poco desarrollado.

Los gatos maullan para llamar la atención. Las crías, por ejemplo, emiten este sonido para reclamar su comida. De todas formas, este sistema de comunicación animal está "muy poco desarrollado". El veterinario Alberto Barneto comenta que los gatos son "cazadores solitarios" por lo que no necesitan perfeccionar mucho su maullido.

Curiosamente los gatos domésticos utilizan el maullido con sus dueños por imitación de los seres humanos. Los hombres hablan entre sí y los gatos saben que es una buena forma de comunicarse. A pesar de ello, estos felinos poseen otros muchos y más sofisticados sistemas de expresión: miradas, posturas, olores...

6 Arañazos y mordiscos al jugar.

Los gatos controlan perfectamente su fuerza. Ellos saben hasta dónde pueden llegar. O, al menos, eso es lo normal. Los arañazos y los mordiscos pueden ser el resultado de una sesión de juegos con tu mascota. Esto no es ninguna señal de odio. Desde la Clínica Veterinaria Ayavet explican que "el gato juega como si estuviera cazando", por eso actúa con ese comportamiento tan ágil y rebelde.

Para evitar problemas, los expertos recomiendan jugar siempre con un "objeto interpuesto". Plumas, cañas de pescar, pelotas de goma... cualquiera de estas herramientas resultarán atractivas para tu mascota. Además, como son juegos a distancia, te protegerán de posibles arañazos.

7 Las feromonas y el sentimiento de propiedad.

"Tu hogar ya no es tu hogar, sino el de tu gato". La veterinaria María Luisa Fernández ofrece este ejemplo práctico para mostrar el sentimiento de propiedad de los felinos. "En su mentalidad, ellos son los amos y no al revés", apostilla.

De hecho, muchos gatos suelen restregar su cuerpo (especialmente la cara) por las esquinas de la casa o por el propio dueño. Este marcaje sirve para "liberar feromonas". Estas sustancias químicas tienen un mensaje claro: "eres mío".

8 El rabo del gato y sus diferencias con los perros.

El rabo de tu mascota también es una fuente de información emocional. La dificultad está en que su significado es totalmente diferente al de los perros. Por ejemplo, un felino que agita su rabo puede indicar que no está a gusto. Por el contrario, si esto lo hace el 'mejor amigo del hombre' significa que está contento.

La falta de entendimiento entre perros y gatos se debe, entre otros factores, a estas "diferencias en el lenguaje". Desde la Clínica Veterinaria Guau aseguran que este problema queda solucionado si ambos animales convien "juntos" en la misma casa desde pequeños.

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