1 La gata tiene que estar en celo.
Espera a que la gata esté en celo para su apareamiento. Normalmente el primer celo aparece entre el sexto y noveno mes de vida. A partir de ahí, las gatas repiten varios celos durante las estaciones reproductivas, siempre que no estén preñadas, y durante unos días concretos aceptará al macho.
2 Saber cuando la gata está en celo.
Para saber si la gata está en celo sólo hay que observar su comprotamiento. Durante uno o dos días deseará que la mimen constantemente, orinará fuera del lugar indicado, maullará, frotará la cabeza contra objetos y levantará la pelvis y la cola. Este periodo recibe el nombre de 'proestro'.
3 Ver los días en los que aceptará al macho.
A continuación la gata entra en la fase del estro, palabra del griego que significa deseo impetuoso. Se acentuarán las características anteriores y será el momento en el que acepte al macho. Esta fase suele durar de 6-7 días.
4 Llevar al macho a casa de la hembra.
Lo mejor es que el macho se desplace a casa de la hembra. Cuando se junten, el macho tomará con sus dientes por el cuello a la hembra, que levantará la pelvis. El acto durará sólo unos segundos.
5 La hembra volverá a aceptarlo.
Acto seguido la gata rechazará al gato y emitirá un grito característico. Se frotará contra el suelo y se lamerá la zona genital y pasados unos minutos la hembra volverá a aceptar al macho y repetirán el acto.
6 A esperar.
Si todo ha salido bien, el periodo de gestación durará de 63 a 67 días y suelen tener de 4 a 6 gatitos.
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